Las Jornadas sobre Los sentidos como herramientas en la investigación». Proyecto de extensión FCEN y la Fundación Da Vinci.
A principio de mes, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Cuyo se convirtió en el epicentro de una experiencia única donde la ciencia, el arte y la percepción humana se encontraron para desafiar nuestras maneras de ver el mundo. Bajo el título “Los Sentidos como Herramienta en la Investigación”, este ciclo de charlas, parte de los Proyectos de Extensión “Dra. Sara Rietti”, ofreció un espacio para reflexionar sobre los sentidos como eje central del vínculo entre los individuos, la ciencia y la sociedad.
Colaboradores, Científicos y miembros de la Fundación Da Vinci.
En tiempos marcados por la incertidumbre social y ambiental, y con debates cada vez más complejos sobre los límites entre lo real y lo virtual en la era de la inteligencia artificial, el evento invitó a estudiantes, docentes, artistas y curiosos de todas las áreas a explorar nuevas formas de entender nuestra relación con el entorno. Las charlas estuvieron atravesadas por la idea de que tanto la ciencia como el arte comparten un objetivo común: revelar lo que está oculto, lo que no percibimos a simple vista, ampliando las fronteras de lo posible.
Uno de los momentos más destacados fue la presentación de Juanita Fernández, artista sonora uruguaya, quien llevó al público a un recorrido auditivo fascinante con su proyecto “Coro de Especies”. Mediante la amplificación de emisiones bioeléctricas de diversas formas de vida, su propuesta reconfiguró nuestra percepción de lo “no humano”, transformando la bioelectricidad en un lenguaje común entre especies. Esta experiencia despertó un profundo interés en los asistentes, quienes se sintieron interpelados por la idea de que todos los organismos, en su esencia, emiten un sonido único y vital.
Por su parte, la charla de Anna Korotkova, artista rusa interdisciplinar radicada en México, dio un giro inesperado al explorar la putrefacción como narrativa artística. Pudimos ver imágenes de sus fantásticos trabajos en Bioarte y conocer sus referencias y reflexiones. A través de microorganismos y materiales orgánicos, Anna construyó una nueva poética sobre la transformación del cuerpo, invitando al público a repensar los límites entre vida y muerte desde una perspectiva que une lo simbólico con lo biológico y que materializa la transversalidad del arte y la ciencia para contar historias y transformar miradas.
El martes 5 de noviembre, la presencialidad aportó una nueva dimensión al ciclo con la charla liderada por Beatriz García, Johanna Casado y Natasha Bertaina Lucero, investigadoras del CONICET, quienes transformaron los datos científicos en experiencias multisensoriales. Al incorporar técnicas de sonificación y representaciones táctiles, las expositoras demostraron cómo los sentidos pueden expandir nuestra comprensión del conocimiento y desafiaron las formas tradicionales de interpretación de datos en disciplinas como la astronomía y la educación a la par que mostraron un camino de compromiso científico, educativo, político y social de manera práctica y alucinante. A través de pequeñas experiencias pudimos conocer su trabajo tan lleno de futuro.
El cierre estuvo a cargo de Nadia Magalí Robaldo Fittipaldi, próxima a graduarse como licenciada en Biología, quien ofreció una introducción cautivadora al campo de la Neuroestética. A través de su experiencia combinando neurobiología y arte, Nadia exploró cómo el cerebro humano procesa la experiencia estética y reveló los complejos mecanismos detrás de nuestra conexión emocional con el arte. Su enfoque innovador, que incluye la creación de instalaciones artísticas multisensoriales, dejó en claro cómo estas prácticas tienen el poder de transformar no solo nuestra percepción del mundo, sino también de nosotros mismos, lo cual puede ser una gran herramienta para construir nuevas sociedades.
La transversalidad del ciclo no solo se expresó en las temáticas abordadas, sino también en la participación activa de agrupaciones como AGRUPARTE y el Centro de Experimentación Sonoro (CEES), que sumaron perspectivas frescas y enriquecieron los debates. Los asistentes discutieron temas como la subjetividad en la práctica científica, el impacto de las tecnologías en la percepción, y la importancia de desarrollar una sensibilidad que permita una conexión más profunda con el entorno y con los demás.
Este evento no hubiera sido posible sin el compromiso de la universidad pública, un pilar esencial en la promoción de proyectos de extensión que conectan el saber académico con la comunidad. En un contexto de desfinanciamiento creciente en las universidades nacionales argentinas, iniciativas como esta destacan la necesidad de proteger y fortalecer el presupuesto destinado a la educación superior. La Universidad Nacional de Cuyo demuestra, una vez más, cómo el acceso equitativo a la educación y el conocimiento pueden generar espacios de transformación social y cultural. Frente a los desafíos actuales, defender la universidad pública no es solo una cuestión académica, sino una apuesta por el futuro de una sociedad más justa e inclusiva.
Este ciclo de charlas demostró el potencial transformador del diálogo entre ciencia y arte. Los organizadores y participantes coincidieron en que, en un mundo en constante cambio, espacios como este son esenciales para cuestionar las convenciones, ampliar nuestras percepciones y construir nuevas maneras de comprendernos como individuos y como sociedad.
La invitación a futuros encuentros sigue abierta, con la promesa de continuar tejiendo puentes entre disciplinas y revelando los secretos que el mundo, y nosotros mismos, aún tienen por descubrir.
Todas las charlas contaron con el auspicio y organización de la FCEN de la Universidad Nacional de Cuyo y la Fundación Da Vinci, (organización sin fines de lucro, basada en el Nuevo Humanismo Universalista)
Próximamente incorporaremos en este sitio las grabaciones de los videos de las 4 charlas.